domingo, 20 de septiembre de 2015

Técnicas de repoblación forestal

En realidad, más que técnicas, se trata de reflexiones sobre algunas técnicas de repoblación forestal desde mi experiencia. Incluso conjeturar posibilidades futuras de desarrollo.

Hace un par de días, me pasé por una repoblación de unas 5 hectáreas de pino piñonero y algo de encina que tendrá ya unos 12-15 años. La fecha segura la ignoro. Lo peculiar de esta, era el hecho de no ser un monocultivo del piñonero. Se hizo con dos especies (piñonero y encina) en marco real y con una densidad de unas 1100 o más. La relación era de 4 piñoneros y una encina.

 Esta es la repoblación que cito en el estado actual. A la izquierda una encina (en la segunda clara eliminaban todos los pinos de una hilera dejando los de la otra, sólo respetaban las encinas). El grosor es muy escaso. Esta es una de las encinas que presentan mejores condiciones (aproximadamente un 30% de las encinas), muchas apenas tienen desarrollo, se han quebrado, o son pequeños restos arbustivos. Los pinos muestran restos de los ataques de la aprocesionaria en la escasez de acículas y la nudosidad de muchas ramillas. En la primera clara eliminaban el peor pino de cada hilera, dejando tres pinos y una encina)

No me entusiasmaba, pero al menos me agradaba esa frondosa intercalada. De modo que a veces me pasaba para observar sus progresos. Al principio me parecía que iban muy rápidos, y desesperantemente lenta la evolución de mi bosquecillo. Pero hoy las cosas son muy diferentes. El bosque que planté yo, además de tener una infinamente mayor diversidad, presenta unos volúmenes maderables muy superiores (en las frondosas es definitiva la superioridad, y en los pinos es perceptible).
Otra visión de la plantación. La hilera del medio ha sido clareada por completo restando sólo las encinas (con buen aspecto como esta, o con una formación raquítica o arbustiva en otros muchos casos). En las hileras laterales sólo se ha eliminado el peor pino, quedando una relación de tres pinos y una encina. Las encinas no se seleccionan, se dejan todas independientemente de su formación.


Por ello, me atrevo a realizar unas valoraciones e hipótesis de trabajo. 

Creo que la clave del éxito inicial de mi reforestación, ha sido el empleo de la grada superficial. Este laboreo ha beneficiado muchísimo el desarrollo de las jóvenes plántulas permitiendo un firme establecimiento. Se eliminan las malas hierbas y se premite una mejor infiltración del agua y oxidación de los mineraes al moverse la capa superficial. Si bien es cierto que se destruye parcialmente la capa superficial y se produce su mineralización, al menos no se alteran los horizontes. 
Aquí vemos el suelo que se ha formado en estos años. Básicamente son acículas de pino lo que se va descomponiendo, de modo que es una capa bastante ácida y pobre. Pero al menos es suelo.

Ahora, 12 años después, creo que se pueden ya probar otras técnicas de mantenimiento. Su pastoreo con ganado ovino, o su desbroce mecánico con desbrozadora de cadenas. Además de una grada perimetral para evitar incendios. El pastoreo permite un uso adicional que beneficia económicamente a los ganaderos. El desbroce, compatibiliza un uso fúngico (obtener setas inoculadas previamente) y un aceptable acolchado del terreno, quedando protegido.

Pero pienso en esto que digo ya, porque LOS ÁRBOLES YA ESTÁN PLENAMENTE INSTALADOS, con firmes raíces, alturas de 5 a 6 metros en la mayoría de las especies. 

Creo además que no es tan caro, pero me faltan datos. Veamos, el pinar con algunas encinas que refiero, ha supuesto unos gastos de forestación, unas labores de grada al menos los 3-5 primeros años, y dos claras indiscriminadas al principio (con acopio y trituración de madera). Lo que yo propongo es repartir esas cantidades económicas de otra forma: una grada en primavera y dos gradas al final de la primavera los primeros cinco años. Una grada en primavera y otro gradeo al final de la primavera de los 6 a los 10 años. Un desbroce al final de junio y luego una grada aprovechando una tormenta estival de 2 a 5 años más. Por último, limitarse a desbrozar cada uno o dos años al principio del verano, realizando un cortafuegos perimetral con grada. Las podas limitarlaras a los mejores ejemplares para ahorrar. Las claras, hacerlas más espaciadas, y en función de las nececidades de luz para el desarrollo de los hongos inoculados artificialmente o por la naturaleza.

Esto que digo, pensando en un aprovechamiento económico de madera, fruto y hongo. En el caso de simplemente reforestar por razones ecológicas y de reequilibrio, algunas de estas interverciones pueden ser innecesarias.

De todas formas, aunque no sean óptimas en mi opinión, actuaciones de repoblación como la citada al principio de la entrada, tienen aspectos positivos: crean masas arbóreas de al menos dos especies. Una de ellas es frondosa, de modo que si al final se extrajeran todos los pinos de la masa, quedaría un bosque de encinas. Se crea además algo de empleo local en zonas despobladas.

Podríamos distinguir (sin ánimo de ser exahustivos):

  1. Repoblar como se hace ahora, a fuerza de subvenciones. Con pino como especie dominante.  Pocas gradas y desbroces, mucha densidad, varias podas y claras. En lo positivo, se crea empleo rural, se fija carbono y crea cierta diversidad. Se protege al suelo. En lo negativo, que la calidad maderable es baja, y la alta densidad y la falta de claras así como la ausencia de gradeos perimetrales hace muy suceptible de incendios la plantación. La ausencia de diversidad posibilita las plagas de procesionaria, etc.
  2. Seguír un modelo como el que planteo. Se obtiene un bosque diverso, con buena formación. Se acelera la formación inicial de un medio diverso gracias a los gradeos y la diversidad de especies. Una vez implantado, se limita el gradeo a la zona perimetral y se desbroza a principios de verano el interior de la plantación. Económicamente supone un gasto similar distribuido de mejor manera, pero los beneficios y rendimientos finales son mayores. Aplicándole un mínimo de riego localizado por goteo en algunas hileras micorrizadas, permite instalar con posterioridad especies fúngicas de interés económico. La diversidad paisajística es muy superior. Es una forma también de atraer un turismo interesado en el paisaje, en la recogida de setas pagando un canon por el uso del coto de setas. El empleo directo es menor en general (el agricultor que diversifica su actividad es el principal trabajador), pero el indirecto es muy superior: turismo rural, carpinterías locales, industria alimentaria de transformación de frutos y hongos del bosque para comercializar. Actividades de transporte de las materias primas y elaboradas, etc.
  3. Otra opción es sembrar, plantar y dejar a su suerte. Es lo más natural. Pero nos falta tiempo. Esta sociedad de las prisas necesita resultados más rápidos, y además, se están agotando los bosques tropicales. En el 2050 la catástrofe será de tal magnitud que las zonas forestales tropicales residuales estarán tan protegidas que no se podrá talar en ningún caso. Europa y otras regiones usuarias deberán llevar largo tiempo gestionando sus recursos forestales. 

Me inclino por tanto por el segundo modelo, vistas nuestras necesidades actuales. No es el ideal, pero es el que presenta un mejor compromiso de situaciones y posibilidades. E implica a los agricultores que deberán diversificar sus rentas.